¡Qué largo ha sido el invierno…!
con su bruma impenetrable
con sus lluvias y su viento
con sus tormentas de nieve
con sus cuchillos de hielo.
¡Qué largo ha sido el invierno…!
¡Y qué oscuro!
Ha sido…
como una noche infinita
sin luceros en el cielo
con mil dianas de muerte
y vergonzosos silencios.
¡Qué largo ha sido el invierno…!
¡Helador para este pueblo!
con gran parte de sus hijos
bogando en un barco viejo
ciabogando sin rumbo
en el mar del desconcierto,
clamando por la justicia,
y a la vez,
aclamando el desafuero,
pueblo triste y dividido
por los prejuicios y el miedo
por no aceptar que ya es
un pueblo plural y nuevo...
Qué largo ha sido este invierno…
pero ahora, en el deshielo,
el verde muestra unas briznas
y el azul retorna al cielo.
J.M. BOAL